Un curioso momento se vivió en la llegada del Papa Francisco a Puerto Maldonado, la prima ciudad del interior del país que visita en su gira por el Perú. Durante la jornada, el Sumo Pontífice vivió momentos gratos y recibió el testimonio de los pueblos originarios amazónicos.
El Papa Francisco fue recibido por un grupo de niños, quienes muy alegres realizaron bailes y entonaron cánticos en su nombre. El Sumo Pontífice respondió al homenaje con un cálido saludo.
En medio de su trayecto, una mujer que estaba a cargo del grupo de niños, se agachó a manera de reverencia y besó las manos del Santo Padre, como manda la tradición.
Sin embargo la reacción del Papa Francisco fue sorpresiva. El sumo pontífice le hizo una seña negativa con los dedos como diciéndoles que 'no era necesario' que le haga esa reverencia.
En el recuerdo también quedará el abrazo cálido que le dio al grupo de niños. Rápidamente los menos corrieron a abrazar al Santo Padre para demostrarle todo su cariño.