"Los veterinarios no somos dioses", lee la columna del veterinario Pancho Cavero.
"Los veterinarios no somos dioses", lee la columna del veterinario Pancho Cavero.

El asesinato del veterinario Héctor Hernández Cañas, en México, es una tragedia que nos duele a todos.

Mira también:

No fue un error médico, fue algo mucho peor: la falta de comprensión y el odio convertido en violencia.

Héctor dedicó su vida a salvar animales, pero su compromiso con la medicina veterinaria le costó la vida.

Los veterinarios no somos dioses.

Hacemos lo imposible, pero la biología tiene límites.

No todas las mascotas pueden salvarse, por más esfuerzo y dedicación que pongamos.

Sin embargo, lo que debería ser un momento de duelo y comprensión, muchas veces se convierte en ataques, amenazas y agresiones.

Este no es un caso aislado. La comunidad veterinaria enfrenta constantemente maltratos y exigencias injustas.

Es momento de cambiar la narrativa: el veterinario no es un enemigo, es un aliado.

Necesitamos empatía, respeto y conciencia sobre el valor de esta profesión.

Nadie debería temer por su vida por intentar salvar otra.

TE VA A INTERESAR:

Contenido sugerido

Contenido GEC