POR: MIGUEL RAMÍREZ / Periodista de investigación
La libertad concedida por el Tribunal Constitucional (TC) al expresidente Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia ha originado reacciones de todo tipo, unas a favor y otras en contra. Pero los más renombrados constitucionalistas del país la consideran correcta, pues –sostienen– se trataba de una detención arbitraria.
El TC no los ha declarado culpables o inocentes de lo que se les acusa, el supuesto hecho de haber recibido aportes ilícitos para sus campañas electorales del 2006 y el 2011. Solo les permite afrontar su proceso en libertad, como está ocurriendo con Keiko Fujimori, Alan García y otros políticos, acusados de similares cargos. Así de claro y simple.
El congresista aprista Mauricio Mulder, aprovechando su inmunidad parlamentaria, dijo que los miembros del Tribunal se habían vendido por un plato de lentejas. Semanas antes, Rafael Vela Barba, el fiscal coordinador de Lavado de Activos, también criticó al organismo constitucional. Insinuó que la decisión del TC podría tomarse con un ‘criterio político’.
Ambos, sin embargo, no cuentan la película completa. Ocultan una situación que muchos desconocen: en octubre del 2015, ese mismo TC le asestó un durísimo golpe a la entonces pareja presidencial y ordenó reabrir la investigación por presunto lavado de dinero, que ya había sido archivada y hasta considerada ‘cosa juzgada’.
¡Fue una goleada de 6 a 0! Los seis magistrados votaron a favor para que la investigación continuara. Los políticos aplaudieron a rabiar la decisión. Pusieron el prestigio de los miembros del TC en un pedestal, pese a que días antes amenazaron con denunciarlos constitucionalmente si fallaban a favor de los Humala-Heredia, que en ese momento estaban en el poder.
¿Quiénes fueron esos magistrados que en ese entonces fallaron en contra de Nadine y Ollanta? Estaban tres de los que ahora lo han favorecido: Carlos Ramos Núñez, Ernesto Blume y Eloy Espinosa-Saldaña. Sí, Espinosa-Saldaña, el mismo magistrado a quien desde que fue nombrado se le vincula erróneamente con la expareja presidencial.
Según los constitucionalistas, el fallo de la semana pasada del TC –que quedó en un ajustado 4-3, esta vez a favor de los Humala-Heredia– es un jalón de orejas al fiscal Germán Juárez y el juez Richard Concepción Carhuancho. La sentencia cuestiona duramente los argumentos que utilizaron para solicitar y aprobar la prisión preventiva.
Ambos, por cierto, tienen una trayectoria que llama la atención. El fiscal Juárez estuvo casi un año investigando a Keiko Fujimori por lavado de dinero. Estaba a punto de archivar el caso hasta que fue reemplazado por el fiscal José Domingo Pérez.
En tanto, Concepción Carhuancho postuló el año 2006 a regidor por el movimiento Convergencia Regional Descentralista, de Vladimiro Huaroc, quien integró la plancha presidencial de Keiko Fujimori en las últimas elecciones del 2016.omo bien dijo Ernesto Blume, el presidente del TC: ‘Los derechos fundamentales no tienen rostro’. Nos vemos el otro martes.
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