Una historia que vale la pena contarse. Un indigente en Tailandia jamás imaginó que una acción desinteresada como la de devolver una billetera que se encontró terminaría dándole un empleo y un hogar.
Waralop, un indigente de 44 años, intentó devolver una billetera de diseñador con 20,000 baht (unos 578 dólares) y varias tarjetas de crédito a un hombre a la que se le había caído a la salida de la estación del metro.
Al no poder alcanzar a su propietario, el indigente se dirigió a una comisaría cercana y entregó la billetera con todo lo que tenía en su interior en vez de usar el dinero para comprar comida.
Su acción desinteresada no pasó desapercibida ya que cuando las autoridades contactaron al dueño de la billetera, un empresario identificado como Niity Pongkriangyos, este quiso recompensar al indigente en señal de gratitud.
Es así que el dueño de la billetera le ofreció al indigente un empleo en su fábrica de metales y un lugar decente donde vivir a manera de recompensa por su desinteresada acción. Definitivamente la honestidad trae sus recompensas.
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