
El bebé Jesús Mateo, quien cayó a un pozo tubular de diez metros de profundidad en el distrito de Orellana en la selva de Ucayali, se encuentra estable, luego de pasar casi veinte horas atrapado en medio de tierra y expuesto a animales como sapos y lagartijas. Un representante del Ministerio de Salud se mostró sorprendido por la fortaleza del pequeño de solo un año y ocho meses.
El médico Óscar Sánchez Ramírez, gerente del centro de salud IPress 1-4 de Orellana, informó que el bebé presenta signos vitales positivos y su condición es ‘milagrosamente estable.’
“Es increíble la fortaleza del niño. Estuvo casi 20 horas dentro de un pozo y solo presentaba algunos rasguños que aparentemente no son de gravedad. Se encuentra estable y eso es milagroso. Aguantó casi 20 horas y ahora se encuentra bien”, manifestó el galeno.

Tras una primera revisión médica en el centro de salud de la zona, el pequeño Jesús Mateo fue trasladado en un helicóptero hasta el Hospital Regional de Pucallpa.
Milagroso rescate del bebé Jesús Mateo
Después de más de 20 horas de arduos trabajos de la población, la policía, bomberos y miembros de la Marina de Guerra, el pequeño Jesús Mateo de 1 año fue rescatado del pozo tubular de 10 metros de profundidad al que había caído la mañana del 28 de febrero, en la alejada localidad de Orellana, en la región Ucayali.
Las autoridades temerosas que al momento de la excavación pueda desprenderse más tierra y aplaste al bebé, tuvieron que trabajar con mucha paciencia. Así uno de los pobladores, el más delgado y de poca estatura, pudo introducirse hasta cierta profundidad y rescatar al pequeño.
De inmediato, la criatura fue llevada al centro de salud de Orellana, debido a que había estado desde las 7 de la mañana metido dentro de este tubo. Incluso los rescatistas afirmaron que tuvo contacto con lagartijas y un sapo.

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