Psicólogo Pedro Tapia detalla las consecuencias que puede generar en los hijos el maltrato de padrastros o madrastras, mediante frases que demuestran que nunca hubo un compromiso real.
Psicólogo Pedro Tapia detalla las consecuencias que puede generar en los hijos el maltrato de padrastros o madrastras, mediante frases que demuestran que nunca hubo un compromiso real.

“Tú no eres nada, mis hijos son tres”, es la lamentable frase que le dijo Christian Cueva a Fabiana, la hija mayor de Pamela López, cuando ella sacó cara por su madre y se enfrentó al deportista, con quien vivió 13 años.

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Este audio fue revelado el último domingo en el programa ‘El Valor de la Verdad’ por Pamela López, quien en su participación, reconoció que Cueva nunca se comportó como el padre de su mayor hija.

“Ella era la que más se preocupaba de él… Él la conoció cuando ella tenía 8 años. Sí, no se comportó con ella como un papá”, dijo.

DAÑO GRAVE

Este tipo de actitudes que suelen tener muchos padrastros, o también madrastras, fue analizado por el psicólogo Pedro Tapia, quien en diálogo con Trome, reveló que este tipo de frases dichas a menores de edad, genera daños en la autoestima.

El futbolista le dijo a la hija mayor de Pamela López "tu no eres nada" cuando ella intentó defender a su madre. (Foto: Captura de video)
El futbolista le dijo a la hija mayor de Pamela López "tu no eres nada" cuando ella intentó defender a su madre. (Foto: Captura de video)

“En este caso, cuando un padrastro o madrastra dice ‘tú no eres mi hijo’, se genera la exclusión. Se le excluye por un tema sanguíneo, y es una respuesta primitiva, porque si el hijo es menor de edad, el padrastro o la madrastra tiene que tener empatía. Es un grado de violencia, afecta psicológicamente al niño o niña, porque ya no tiene donde sostenerse, y puede tener riesgo académico, en su autoestima, en su autopercepción o pertenencia de familia, e influye en su personalidad”, dijo a Trome.

En caso de que esto se haga contra un hijo o hija que es mayor de edad, Tapia señaló que ‘en estos casos, tiene el derecho de distanciarse, y hablar con quien sí es su padre o madre, y no formar parte de ese vínculo’.

NO HAY COMPROMISO

Pero ¿por qué un padrastro o madrastra diría algo así? Desde un análisis técnico, Tapia señala que esto se debe a que nunca hubo un compromiso real.

“Los padrastros o madrastas que tienen esas ideas, tienen el pensamiento distorsionado, y eso significa que no hubo compromiso real. Es decir, piensan ‘mientras estoy con el papá/mamá’, asumen roles que pueden llegar al cinismo e hipocresía, para mantener a la pareja, hasta que hay una petición de dinero o afecto, y se expresa esa distorsión”, apuntó.

Pamela López y Fabiana, su hija mayor
Pamela López y Fabiana, su hija mayor

Finalmente, recomendó que si hay familias que sufren este tipo de casos, ‘primero los niños vayan a terapia, para ver el impacto de esto; analizar si hay capacidad de arrepentimiento y perdón, por qué se dijo eso. Ahora, si es frecuente, pensar en los hijos primero, y preservar la familia, y se podría pensar en una separación sana’.

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