Un contingente de 200 policías se sumó al control en la frontera de Ecuador, ante la posibilidad que el temido Héctor Guerrero Flores, ‘El Niño Guerrero’ pretenda ingresar al Perú, donde lleva varios meses operando su banda El Tren de Aragua.
No solo en el puente internacional, también en los pasos ocultos con cuatrimotos y camionetas, la policía realiza un constante patrullaje a fín que este indeseable u otros malvivientes pretendan ingresar al Perú a sembrar más terror.
Al respecto, el coronel German Amancio manifestó que estos 200 agentes se sumarán a los 185 destinados a controlar los 150 kilómetros de frontera, además, realizarán más operaciones durante los siguientes días.
¿Quién es el Niño Guerrero?
El temible líder de la organización criminal conocida como ‘Tren de Aragua’, Héctor Rusthenford Guerrero Flores, quien recientemente fugó del penal de Tocorón, en el estado de Aragua, en Venezuela, a través de un túnel, ya estaría en el Perú, según reveló un periodista venezolano.
Aunque ‘Niño Guerrero’ no es el fundador del Tren de Aragua tuvo un rápido ascenso y se cree que tiene a su mando a mil personas, que operan en diferentes países del Continte.
¿Cómo era la prisión de Tocorón?
La prisión de Tocorón, cuna de la organización criminal ‘Tren de Aragua’, tenía nada menos que un zoológico, un casino, un club nocturno, piscina, supermercado y hasta casas para las familias de los presos.
Así se descubrió luego que 11 mil agentes policiales incursionaron en la cárcel del estado de Aragua para retomar el orden, pues desde ese lugar se seguía extorsionando y planeando atracos.
Analistas venezolanos sugieren que en realidad el operativo fue un ‘show’, un montaje para permitir la huida de los cabecillas, entre ellos el líder de la banda, Héctor Rusthenford, ‘El Niño Guerrero’, quien habría ingresado al Perú.
Las autoridades encontraron que el zoológico del ‘Tren de Aragua’ albergaba tigres, leones, cocodrilos y pumas que se utilizaban para desafiar a los prisioneros y la autoridad de los funcionarios del gobierno.
La pandilla tenía su propio club nocturno, llamado Tokio, donde los presos salían de fiesta regularmente y un restaurante donde cenaban con sus visitantes. También había un campo de béisbol, una sala donde se realizaban actividades de juego y otra donde los reclusos extraían criptomonedas ilegalmente. Igualmente una piscina subterránea y un área de juegos para niños.
Pero lo más fantástico es el túnel de 20 kilómetros que llega desde el Estado de Aragua al aeropuerto de Maracaibo. Por allí piensa la Policía de Venezuela que ‘El Niño Guerrero’ huyó a una de sus cinco filiales fuera del país, que bien podría ser Perú, Ecuador, Colombia o Chile.
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