Como una persona indiferente al dolor y sin remordimientos fue calificado Fernando Matos, asesino de la pequeña Guissel, según los detectives. El predicador de la iglesia evangélica Pan de Vida se comparó con un asesino en serie de Estados Unidos.
“Si él mata y no le hacen nada, a mí qué me pueden hacer”, dijo Fernando Matos, cuando era llevado a Izcuchaca, donde iba a señalar el lugar donde dejó el cadáver de la menor e indique las razones que lo llevaron a cometer tan cruel crimen con la pequeña Guissel.
Para los vecinos, Fernando Matos era tímido y alguna vez fue sorprendido molestando a las escolares del barrio. En el 2009 le habría hecho tocamientos a una menor y fue denunciado. Vivía solo en su cuarto de Chilca, donde a un costado funciona una casa de oración, donde se realiza el culto los martes, jueves y sábados. Contó que cursó estudios de chef, tenía como enamorada a una farmacéutica y estaba desempleado.
LA MATÓ A PEDRADAS
El evangélico diabólico sostuvo, con total sangre fría, que secuestró, violó y asesinó a pedradas a la escolar Guissel Maryori V.P. (8), tras interceptarla el pasado miércoles 5 cuando esta iba a una farmacia a comprar medicamentos para su mamá, en el distrito de Chilca.
Fernando Matos dijo que primero captó a la niña ofreciéndole una muñeca, pero antes debía acompañarlo unas cuadras hasta la esquina del jirón Arequipa y la avenida Leoncio Prado, donde tenía un cuarto alquilado.
Fernando Matos habría abusado sexualmente de la menor y trató de asfixiarla con su almohada. La niña se aferraba a la vida y por eso el evangélico la estranguló con una soguilla de nailon y luego la golpeó varias veces en la cabeza con una piedra de mortero.
DURMIÓ CON EL CUERPO Y LO LLEVÓ EN COMBI
Desesperado, Fernando Matos ocultó el cuerpo por dos días debajo de su cama pensando cómo deshacerse de él. La ropa y zapatos de la pequeña los arrojó a un canal de regadío cerca de la casa de sus padres. El cuerpo fue llevado en un costal y abandonado en una chacra de alfalfa, debajo de unos matorrales y al lado de la carretera Huancayo-Izcuchaca, en el sector de Casma, Huancavelica.
Fernando Matos relató que para ello tomó un colectivo, donde una pasajera le preguntó por el bulto. Su respuesta fue: ‘estoy llevando una alpaca’ y lo guardó en la maletera.
VIDEO FUE CLAVE
La cámara de seguridad de un hostal cercano fue clave para que la fiscalía solicitara al juzgado su detención preliminar y el allanamiento del domicilio de Fernando Matos. Las imágenes muestran que ambos llegan caminando a la puerta de la vivienda. El pastor diabólico ingresa y llama a la niña. Guissel se queda parada. Luego entra y trata de salir rápidamente, pero el predicador la sujeta de las manos y cierra la puerta.