Efraín González de 42 años es conocido en el distrito de Llaylla, y en toda la provincia de Satipo (Junín), por su historia de superación en el fascinante mundo de la acuicultura; él y su grupo de emprendedores lograron implementar, gracias al apoyo recibido de Foncodes, un laboratorio de producción de peces tropicales.
Antes de iniciar su incursión en la acuicultura, Efraín se dedicaba al cultivo de café pero tras la llegada de los yachachiqs del proyecto Haku Wiñay, junto a sus socios, decide aplicar su experiencia en la crianza de peces con el objetivo de mejorar su economía familiar.
Tras ganar el “Concurso de Emprendimiento Rural Inclusivo” de Foncodes, consiguen que su proyecto cuente con el apoyo y la asistencia técnica para desarrollar su pequeño embrionario de alevines (crías recién nacidas de peces).
“Mi emprendimiento empieza con unos equipos artesanales, con baldes. Ahora tengo un equipo más moderno que implementé gracias a Foncodes. He crecido bastante, he logrado reproducir las crías del pez paco de nuestra Amazonía”, menciona alegremente Efraín.
Los socios recibieron asistencia técnica de profesionales en los ámbitos productivo y comercial. Esta orientación especializada ha contribuido significativamente a mejorar los ingresos económicos.
En la actualidad el emprendimiento está en plena operación, atendiendo pedidos de criadores de peces tropicales en la provincia de Satipo. La visión de los usuarios de la piscigranja “El Bagrecito” es la producción de alevinos, con la meta de abastecer y satisfacer la demanda de los mercados locales.
“Mi producción se ha incrementado en un 80 %, antes era mucho menor porque las incubadoras eran más pequeñas”, explica emocionado.
La historia de la familia González es un ejemplo de emprendimiento exitoso en Llaylla; ellos, con el respaldo de sus socios y el de Foncodes, han logrado superar los desafíos y construir un futuro próspero para ellos y su comunidad.