Ejemplo a seguir. Ante la complicada situación de los niños que habitan en las zonas rurales para recibir las clases vía Internet o por señal de radio o televisión, dos primas profesionales se pusieron la mano al pecho y decidieron convertirse en maestras en su comunidad, en el centro indígena de Canchacancha, en el distrito de Chuschi, en la provincia de Cangallo, en la región Ayacucho.
Luego que el Gobierno Central decretó que todos los estudiantes reciban clases virtuales, debido a la pandemia desatada por el coronavirus, los menores que viven en zonas rurales tienen problemas para continuar con sus estudios, pues no cuentan con un televisor, radio y mucho menos computadoras, tampoco con señal de Internet.
En medio de esta problemática, Carmen Huallanca y Rita Lavio, dos jóvenes profesionales, naturales de la comunidad de Canchacancha, en la provincia de Cangallo, en Ayacucho, a tres horas de la ciudad de Huamanga, idearon la forma de impartir las enseñanzas escolares en medio del campo sin poner en riesgo la salud de los niños.
APOYO
Las primas, una de ellas trabajadora social y la otra antropóloga, contaron que al consultar con los padres de familia muchos de ellos le restaron importancia, pues, en la zona rural la actividad principal es la agricultura, y los niños iban con ellos a realizar trabajos en las chacras.
Sin embargo, cambiaron de opinión ante la insistencia de las jóvenes que les explicaron los beneficios que reciben los pequeños al ser instruidos.
ESFUERZO
Cada mañana Carmen Huallanca y Rita Lavio reúnen entre seis y ocho niños, con sus respectivas mascarillas, los juntan en parejas o en grupo de tres, cumpliendo con la orden de distanciamiento. Y bajo el cielo azul, sentadas sobre el césped, con libro en mano les enseñan y orientan para que no se retrasen con sus labores académicas.
Ya han pasado varios días, y los niños de Canchacancha continúan aprendiendo muy felices y contentos.
Por otro lado, las profesionales pidieron a los ciudadanos a repetir esta buena acción en toda la región, en donde muchos niños no tienen acceso a la tecnología y no pueden continuar con su estudios en tiempo de coronavirus, situación que afecta a varios distritos de la región Ayacucho.