El colmo. Creían que pasaban inadvertidos frente a los ojos de los policías y soldados fingiendo trasladar a su supuesta hija en un coche de bebé y sus compras en un carrito pero un extraño ruido de choque de botellas lo delató y obligó a las autoridades a intervenir. Se trataba de una pareja que vendía cerveza a delivery y fue capturada por agentes de la Región Policial de Ayacucho.
La intervención ocurrió esta mañana cuando los efectivos de la Unidad de Servicios Especiales de la Policía Nacional patrullaban por las diferentes calles para hacer cumplir la prórroga del estado de emergencia y así evitar el contagio del COVID-19.
Es así que los custodios vieron transitar a una pareja que transitaba distante una de otra de más de un metro pero se mostraba nerviosa. La mujer empujaba un coche de bebé mientras un hombre iba con un carrito de compras. De acuerdo al procedimiento, les solicitaron sus documentos y los dejaron avanzar.
Sin embargo, con el agudo oído de los agentes escucharon que del coche de bebé sonaba el roce de botellas y pidieron a la mujer que se detenga nuevamente. Le pidieron que abra el coche y así descubrieron que estaba llena de botellas de cerveza heladas. Al revisar el carrito del varón también llevaba el mismo producto. En total les incautaron 60 botellas con el referido licor.
Ellos fueron identificados como Sandra Ortega Rojas y Joel Edison López Quintanilla mydijeron que iban a entregar esta mercadería a un cliente. Ambos quedaron a disposición de la comisaría de Ayacucho. Estos se hicieron acreedores a la multa pecuniaria B-04, considerada grave, por desarrollar actividades económicas no consideradas de prestación y acceso esencial previstos en el artículo 4 del Decreto Supremo 044-2020-PCM.