Como parte de las medidas para reforzar la capacidad de respuesta a los pacientes críticos COVID-19, el Hospital Regional Eleazar Guamán Barrón de Chimbote, ubicado en la provincia Del Santa (Áncash), aumentó a 18 su número de camas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en beneficio de las personas que ingresan con cuadros graves de la enfermedad.
Cada uno de estos indispensables equipos médicos en la lucha contra la pandemia, consta de una cama multipropósito, ventiladores mecánicos, monitores y aspiradores de secreción, informó el director del referido nosocomio, César Acevedo Orellano.
Además, el funcionario explicó que para implementar estas camas se requiere de todo un proceso que va desde la calibración de los aparatos médicos para que tengan un correcto funcionamiento, hasta la contratación del personal asistencial especializado en el manejo de estos equipos, con el objetivo que garanticen las condiciones de seguridad para la atención de los pacientes en la UCI.
“(...) Hay una fuerte demanda por estas camas, y a nivel nacional existe un déficit de ellas. Estamos implementándolas, revisándolas y calibrándolas para que cumplan con eficiencia de su labor, salvar las vidas de estos pacientes a los que el coronavirus los ha dañado más”, refirió el galeno.
Recordó que el hospital regional tuvo en UCI a un paciente que llegó a tener 20 % de saturación con pocas probabilidades de sobrevivir, sin embargo, sus ganas de seguir con vida y con constante monitoreo del equipo multidisciplinario que lo atendió, logró vencer a la letal enfermedad tras batallar durante 60 días.
Como se recuerda, Áncash se encuentra en el nivel muy alto de alerta sanitaria por el COVID-19 y desde el 10 hasta el 30 de mayo, tendrán que cumplir un horario de toque de queda que rige desde las 21:00 p.m. hasta las 4:00 a.m. del día siguiente, a excepción de la provincia de Huarmey, la cual se encuentra en el nivel extremo y acatará con el aislamiento social obligatorio (cuarentena) los domingos.