Karla Pacheco también es líder de la zona Lima Norte de Agremub.
Karla Pacheco también es líder de la zona Lima Norte de Agremub.

Muchas bodegueras se han visto obligadas a cerrar sus negocios y otras a cambiar de rubro por miedo a las extorsiones y delincuencia, aun sabiendo que su tiendita era el único sustento familiar. Por ello, conversamos con representante de la zona Lima Norte y al mando de su bodega La Tiendita de Pacheco, en Carabayllo.

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Karla, en estos 18 años siendo bodeguera, ¿has visto una ola de delincuencia similar?

No, claro que no. Este mercado criminal del gota a gota y extorsiones empezaron hace cinco años por culpa de la migración venezolana y colombiana.

¿Cómo así?

Se aprovecharon de que las bodegueras y microempresarios no tenemos facilidades para acceder a préstamos ni créditos. Antes te ponían la tarjetita ofreciendo sus servicios, hoy te ponen el dinero con un arma al costado. Te obligan a que sí o sí aceptes el préstamo.

¿Has sido víctima de este tipo de extorsiones?

Sí y hasta ahora no hay solución de manera judicial, a pesar de que yo adjunté pruebas y fotos. A mí me han colgado cabezas de gatos muertos en la puerta de mi local, han roto ventanas y el toldo.

¿Y qué hiciste?

Tuve que cambiar la dinámica del local, ahora trabajo por horas. Pero al pie del cañón porque es mi único sustento.

Sí o sí tienen que seguir…

Es que las bodegas somos tiendas estáticas. Así nos amenacen, no podemos irnos a otro lugar. Y por eso somos un blanco fácil para esta ola de crimen organizado.

¿Cuánto les piden?

A las que atienden en carretillas les piden 5 soles diarios. A las convencionales les piden entre 20 a 50 soles. Están más organizados que nuestro mismo gobierno. Extorsionan a todos.

Bodeguera Karla Pacheco denuncia que desde hace cinco años vienen sufriendo extorsiones y gota a gota. Foto: Agremub.
Bodeguera Karla Pacheco denuncia que desde hace cinco años vienen sufriendo extorsiones y gota a gota. Foto: Agremub.

Desde ambulantes hasta formales…

A todos. Al que vende quinua, emoliente, golosinas, a todos. Ahora acaban de matar a una señora que vendía ropa usada por no pagar su cupo de 15 soles diarios. Hay seis muertes diarias por extorsiones.

Imagino que muchas compañeras habrán optado por cerrar sus tiendas…

A nivel de lima norte y Callao, en el último semestre del 2024 han cerrado 1600 bodegas. A nivel nacional fueron cerca de 6 mil bodegas. Las cifras son alarmantes. En enero han cerrado un promedio de mil bodegas.

¿Es cierto que a pesar de que cambien de rubro las siguen buscando?

Sí, claro. Tenemos compañeras que cerraron sus tiendas y se pusieron a vender comida en las calles y hasta allá las han seguido.

¿Se sienten respaldadas por la policía?

No puedo generalizar, pero no confiamos en la policía porque muchos de ellos están involucrados en esa ola criminal.

¿Qué alternativa proponen para frenar las extorsiones?

Estamos proponiendo a nuestros congresistas y autoridades que los policías vuelvan a trabajar en sus feriados, así no se ven tentados a hacer cosas ilícitas. Buscamos unirnos como gremios y adquirir cámaras de videovigilancia. También pedimos más refuerzo policial en las calles. ¡Señora presidenta por favor, tenga piedad, nos están matando!

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