
La sede de San Pedro ha quedado vacante tras la muerte del papa Francisco. Desde este lunes, la atención se centra en el próximo cónclave, donde los cardenales elegirán al nuevo líder de la Iglesia Católica. Como dice un viejo refrán italiano: “Quien entra al cónclave como papa, sale como cardenal”, reflejando la imprevisibilidad de esta elección.
El cónclave está previsto para la semana del 5 de mayo. Hasta entonces, las especulaciones sobre el sucesor no dejan de crecer.
Cabe recordar que solo los cardenales menores de 80 años pueden votar. Por eso, figuras como Sarah, Schoenborn y Ouellet tendrían limitaciones.
LOS CANDIDATOS
Matteo Maria Zuppi (Italia, 69 años)
El arzobispo de Bolonia es visto como uno de los grandes favoritos. Defensor de una Iglesia abierta y cercana, apoya el debate sobre el celibato opcional y respalda las bendiciones a parejas homosexuales. De ser elegido, continuaría el legado reformista de Francisco.
Luis Antonio Gokim Tagle (Filipinas, 67 años)
Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, es conocido como “el Francisco de Asia”. Aunque firme en temas como el aborto y la eutanasia, sus posiciones en temas de diversidad sexual han sido más matizadas.

Pietro Parolin (Italia, 70 años)
Secretario de Estado del Vaticano, tiene una amplia trayectoria diplomática, aunque poca experiencia pastoral. Ha mostrado apertura a debatir sobre el celibato opcional y las bendiciones a parejas homosexuales.

Péter Erdő (Hungría, 72 años)
Arzobispo de Esztergom-Budapest, de corte tradicional. Se opone al reconocimiento de las uniones homosexuales y mantiene posturas conservadoras sobre la comunión para divorciados vueltos a casar.
Robert Francis Prevost (EE.UU., 69 años)
Prefecto del Dicasterio para los Obispos y con fuertes vínculos en América Latina, pues fue misionero en Chulucanas y es arzobispo emérito de Chiclayo, ha sido señalado como parte del impulso reformista de Francisco. Sin embargo, enfrenta acusaciones de encubrimiento de abusos sexuales en el Perú, que su diócesis niega.

Robert Sarah (Guinea, 79 años)
Prefecto emérito de la Congregación para el Culto Divino, es una figura respetada por los sectores más conservadores. Ha defendido firmemente el celibato sacerdotal y criticado la “agenda homosexual”.

Reinhard Marx (Alemania, 71 años)
Arzobispo de Múnich y Freising, y cercano colaborador de Francisco. Promovió el proceso de reforma de la Iglesia en Alemania, aunque su apoyo a debatir temas como el celibato y la ordenación de mujeres genera resistencia entre los sectores conservadores.
Marc Ouellet (Canadá, 80 años)
Exresponsable de la oficina episcopal del Vaticano, fue cercano a Benedicto XVI pero también apoyó las reformas de Francisco. Aunque se mantiene conservador en doctrina, promovió mayor participación de la mujer en la Iglesia.
Christoph Schoenborn (Austria, 80 años)
Arzobispo de Viena, combina una sólida formación doctrinal con una postura más flexible en temas pastorales, como el acercamiento a los divorciados vueltos a casar y el apoyo a las uniones civiles.
Raymond Leo Burke (EE.UU., 75 años)
Uno de los principales críticos de las reformas de Francisco, representa el ala más tradicionalista. Aunque es una figura respetada por algunos cardenales, su perfil polarizante complica sus posibilidades.

¿CÓMO SE ELEGIRÁ AL NUEVO PAPA?
La elección del nuevo Papa se realizará bajo un estricto protocolo en el cónclave, en la Capilla Sixtina. Solo participarán los cardenales menores de 80 años: actualmente, son 138 electores de un total de 252 cardenales.
El proceso incluye hasta cuatro votaciones diarias. Un candidato debe obtener al menos dos tercios de los votos para ser elegido. Durante este tiempo, los cardenales permanecen aislados del mundo exterior, en oración y reflexión, buscando inspiración divina.
Cuando finalmente se alcance una decisión, se verá la esperada fumata blanca, señal de que “¡Habemus Papam!”. Posteriormente, el nuevo pontífice será presentado desde el balcón de la Basílica de San Pedro.
Todo el mundo católico espera con ansias quién será el sucesor de Francisco, en un momento crucial para el futuro de la Iglesia.