
La muerte del papa Francisco ha conmocionado al mundo y ha abierto una nueva etapa en el Vaticano. Tras 12 años de pontificado, Jorge Mario Bergoglio fue enterrado este sábado 26 de abril, y según las normas vaticanas, el cónclave para elegir a su sucesor se realizará entre 14 y 20 días después de su fallecimiento. En medio de la expectativa global, un nombre empieza a sonar con fuerza: Mykola Bychok, el obispo ucraniano que, con solo 45 años, podría convertirse en el próximo Santo Padre.
Mykola Bychok es actualmente obispo en la ciudad de Melbourne, Australia, donde asumió su cargo tras recibir la bendición del papa Francisco en diciembre pasado. Joven, carismático y con raíces profundas en Ucrania, Bychok confesó en entrevista a la cadena australiana ABC que nunca imaginó ser nombrado cardenal a tan corta edad.
“Esperaba ser un simple redentorista. Ser sacerdote y ya”, reconoció. Sin embargo, su visión para la Iglesia es clara: desea ser un pontífice “flexible, santo, accesible y sin eminencia”, además de mantener un firme compromiso en la defensa de Ucrania frente a la invasión rusa.

En el próximo cónclave votarán 117 cardenales menores de 80 años, entre ellos Mykola Bychok, el más joven del grupo. Desde sus redes sociales, pidió oraciones para que el Espíritu Santo ilumine la elección del nuevo líder católico.
El contraste generacional será notable: mientras Bychok representa a una nueva generación de líderes, cardenales como el español Carlos Osoro Sierra, de 79 años, también participarán en esta histórica decisión. Los cardenales de más de 80 años, como el italiano Ángelo Acerbi y el argentino Esteban Estanislao, no podrán votar.
UN CARDENAL PARA EL FUTURO
Nacido en Ucrania y con misión pastoral en Australia, Bychok ha sido un defensor incansable de su país natal. Desde Melbourne, ha denunciado la invasión rusa como un “genocidio” y ha pedido apoyo internacional para su pueblo.
“El dolor de mi gente me fortalece. Seré su voz siempre que sea necesario”, ha afirmado el joven prelado.

Bychok fue nombrado cardenal en diciembre de 2024. Aunque aún se pregunta por qué fue elegido tan pronto, confía en que el tiempo revelará el propósito de su nombramiento.
Su juventud, su experiencia migrante y su resiliencia lo convierten en uno de los rostros más representativos de una Iglesia que busca renovarse y acercarse a nuevas generaciones.
El próximo cónclave no solo elegirá al nuevo papa, sino también al rostro de una Iglesia que enfrenta nuevos retos. ¿Será Mykola Bychok el elegido? El mundo católico espera la respuesta.