El diario The New York Times publicó luego de un exhaustivo trabo de investigación una crónica en la que se refleja los estragos de la crisis económica y social por la que atraviesa Venezuela.
La historia narra lo sucedido con Kevin Lara Lugo, un joven venezolano falleció el pasado 26 de julio, el mismo día de su cumpleaños número 16.
La vida de Kevin se apagó por el hambre. La crisis de Venezuela hizo que el joven busque comida en un campo con plantíos no eran aptos para el consumo humano.
Según se informó, Kevin terminó envenenándose por comer raíces silvestres de un terreno abandonado, el mismo día de su cumpleaños, sin motivo alguno.
Cuando la familia del joven pensó que la solución era una rápida intervención medica, se dieron cuenta que la crisis en los hospitales iban a dificultar su situación.
La familia no encontró los medicamentos necesarios que pudieran calmar la situación del joven. Por ese motivo, tuvieron que recorrer diversas ciudades en Venezuela para busca de la cura.
Kevin pasó horas esperando el tratamiento. En el hospital reconocieron que "a menudo los pacientes tienen que comprar sus propios suministros".
Luego de horas de búsqueda de los medicamentos necesarios para acabar con su dolencia, la familia por fin los encontró, sin embargo, ya era tarde. Kevin falleció la madrugada del 26 de julio.
¿Cuantos Kevin más existirán en Venezuela?