¡Ni una menos! Colombia vive consternada desde hace varios días por el caso de una niña de 7 años que fue secuestrada, violada, torturada y asesinada por un depravado arquitecto de 38 años perteneciente a una adinerada familia de Bogotá.
Rafael Uribe Noguera es señalado de haberse llevado a la menor el pasado domingo 5 de diciembre del humilde barrio Bosque Calderón Tejada hasta su apartamento, ubicado en una exclusiva zona de Bogotá y donde fue encontrado el cuerpo de la niña.
Después del asesinato, Rafael Uribe Noguera fue ingresado en una clínica por sus familiares para recuperarse de una supuesta intoxicación con alcohol y drogas. Pero finalmente fue llevado a los juzgados y de ahí a La Picota, una prisión de máxima seguridad de la capital de Colombia.
Fuentes de la Fiscalía de Colombia confirmaron que Rafael Uribe Noguera confesó ante las autoridades haber secuestrado, violado, torturado y asesinado a la niña de 7 años tras haber pedido ser escuchado nuevamente en un interrogatorio sobre el hecho.
Esta semana, Medicina Legal de Colombia reveló las pruebas de genética forense en el cuerpo de la menor y afirmó que “no dejaban ninguna duda” sobre la responsabilidad de Rafael Uribe Noguera en la violación y muerte de la niña de 7 años de edad.
Esos resultados son la base con la que, en tiempo récord, la Fiscalía de Colombia procederá a acusar a Rafael Uribe Noguera por los delitos de tortura, secuestro, feminicidio y violación. De hecho, se espera que este jueves la Fiscalía presente el escrito de la acusación por la que el depravado podría recibir hasta 60 años de cárcel.
Cabe precisar que con la admisión de los delitos -con lo que también se presume que Rafael Uribe Noguera acepta los cargos que se le imputan- las leyes de Colombia impiden cualquier tipo de negociación o rebaja de penas en este caso que ha generado el repudio de todo el país.
Otro dato a mencionar es que el vigilante del edificio donde Rafael Uribe Noguera violó y asesinó a la niña apareció muerto en su vivienda del barrio El Tintal, en el suroeste de la capital colombiana, en un hecho que las autoridades confirmaron que se trató de un suicidio.
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