Un hombre en China se subió de emoción al techo de su auto. Dominado por el alcohol y la felicidad, el sujeto celebró la firma de un importante negocio manejando en estado de ebriedad y parándose sobre el auto.
El chino salió por el sunroof del auto y se paró sobre el techo mientras se movía con confianza. El auto se encontraba en movimiento y el hombre en estado de ebriedad. Autos y camiones pasaban por su costado a velocidad normal y esquivando el auto blanco con sunroof.
El hombre condujo 600 metros de esa manera y realizaba algunos movimientos ingresando los pies por la ventada del techo. Cuando notó a la policía de tránsito, ingresó al vehículo por la misma ventada y escapó unos metros hasta que fue detenido.
En su explicación, el sujeto explicó que se encontraba muy emocionado y feliz porque había cerrado un importante negocio en una cena. Felicidades por él, pero ahora podría perder su libertad por dos años ya que se encuentra enfrentando un juicio por manejar ebrio y negligencia al volante.
Manejar en ese estado pudo haber causado un accidente de tránsito. Con las maniobras realizadas, no solo se expone a él mismo, también a los peatones y conductores que estaban por la zona.
Estas noticias no solo suceden en China. Un caso más irónico fue el de los policías en Iquitos. Tras una tenaz persecución, dos efectivos de la Policía Nacional, en aparente estado de ebriedad, fueron intervenidos por sus colegas luego que el patrullero en el que se desplazaban chocara contra varios vehículos, entre ellos un mototaxi, en Iquitos (Loreto).
Según se supo, ambos suboficiales se encontraban en calidad de servicio, sin embargo, al parecer por el deplorable estado en el que se encontraban intentaron darse a la fuga a toda velocidad en más de una oportunidad.
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