La justicia popular, claramente desmedida, se hizo presente frente a un caso de abuso de menores en Chiapas, México. En el municipio de Reforma, un grupo de vecinos capturó al presunto violador de una niña de ocho años y le dieron un duro escarmiento con sus propias manos. ¡Impactante!
Las personas enardecidas amarraron y rociaron gasolina en los testículos del supuesto violador. Luego encendieron una llama y comenzaron a quemarlo vivo mientras uno de los espectadores grababa el inaudito hecho con una cámara de celular.
Decenas de personas congregadas alrededor del acusado festejaban su sufrimiento mientras este pedía ayuda. ‘¡Ayúdenme, ayúdenme!', decía a gritos el sujeto mientras todos miraban y solo algunos pedían que le arrojaran agua.
El suplicio del violador de menores se prolongó por unos minutos, cuando la Policía de Reforma llegó hasta el lugar. Al parecer, habían recibido una llamada anónima que denunció la brutal tortura.
Los efectivos policiales condujeron al hombre hasta un hospital donde fue atendido de emergencia. Los médicos determinaron que tenía quemaduras de tercer grado. Sin embargo, una vez que se recupere, tendrá que afrontar la investigación sobre la denuncia por abuso sexual a una menor de ocho años, según informó el medio Excelsior.
Cabe indicar que la violencia, las violaciones sexuales y los feminicidos son pan de cada día en México. Hace tan solo unas semanas, una mujer fue encontrada muerta en una carnicería con las vísceras expuestas y signos de haber sido violada.
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