Fue testigo del secuestro de su primo de 16 años y, además, su declaración fue clave para arrestar a un policía acusado de corrupción. Joseph Wilder Paredes Cortez (18) formaba parte del Programa de Protección de Testigos de la Fiscalía, pero pese a que sabía que su vida corría peligro, salió a la calle tras recibir una llamada telefónica y fue asesinado de un balazo en el corazón a dos cuadras de su casa, en el Callao.
Eran las 8 de la noche del sábado cuando la víctima abandonó su vivienda y, al llegar al cruce de los jirones Los Nogales con Los Ficus, en el asentamiento humano ‘Los Olivos de Santa Rosa’, fue interceptado por una camioneta 4x4, con lunas polarizadas, de la cual descendieron tres pistoleros de contextura gruesa.
NUEVE TIROS
“Dispararon nueve veces, porque se halló esa cantidad de casquillos”, dijo Magaly Cortez, madre de la víctima.
Sin embargo, a Joseph Paredes solo le cayó un proyectil en el pecho.
“Se llevaron su teléfono para que no se sepa quién lo llamó con el fin de que salga”, aseguró. El herido, que trabajaba como auxiliar en el armado de estrados y era el menor de tres hermanos, falleció camino al hospital ‘Luis Negreiros’, en el Callao.
Junto a la progenitora, otros familiares denunciaron que, el 29 de setiembre de este año, Paredes Cortez fue intervenido cuando iba en un mototaxi con dos amigos.
“Lo llevaron a la comisaría ‘Juan Ingunza’, donde un suboficial PNP llamado Camilo Becerra le exigió 10 mil soles a cambio de no ‘sembrarle’ un arma de fuego. Nosotros, como su familia, denunciamos ante la Fiscalía Anticorrupción y lo intervinieron a una cuadra de su unidad.
SECUESTRO
Por ese delito, ahora está en el penal ‘Sarita Colonia’”, señaló.
Días después, la víctima fue testigo del secuestro de su primo de 16 años, hijo de una periodista, a quien le propinaron golpes. Por ese hecho iba a declarar próximamente.
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