Uno de sus propósitos de esta ONG es implementar acciones de conservación haciendo participar a la sociedad civil y el sector privado.
Uno de sus propósitos de esta ONG es implementar acciones de conservación haciendo participar a la sociedad civil y el sector privado.

Pensando en la nació en 2010 Arbio-Perú, ONG peruana que actualmente cuida 916 hectáreas de bosque amazónico en la cuenca del río Las Piedras, en Madre de Dios. Esta organización está liderada por mujeres y uno de sus propósitos es implementar acciones de conservación haciendo participar a la sociedad civil y al sector privado.

MÁS INFORMACIÓN: Fomentan creación de biohuertos en casa.

“Durante las investigaciones en la selva amazónica hemos encontrado un tesoro invaluable llamado ‘Shihuahuaco’, árbol milenario que puede ser considerado el pilar del ecosistema, pues provee de alimento y sirve de anidación a diferentes especies de aves. Lamentablemente es víctima de la desbordante tala ilegal”, alertó Tatiana Espinosa, ingeniera forestal de la Universidad Nacional Agraria La Molina y directora de Arbio-Perú.

En nuestro planeta existen muchas especies de árboles que nos dan la oportunidad de seguir disfrutando de la maravillosa madre tierra y sus beneficios. Por ello, esta ONG invita a reflexionar sobre lo que podemos hacer para aportar con la armonía y bienestar del . Debemos tener más empatía y responsabilidad con el planeta.

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‘Padrinos del bosque’

Arbio-Perú promueve el cuidado de árboles amazónicos a través de las ‘adopciones’. Es decir, te comprometes a ser un ‘Padrino del bosque’. Puedes elegir a tu ‘ahijado’ en la página web (). Luego de seguir todos los pasos, te enviarán un certificado virtual donde indicará la especie de árbol, altura, diámetro y código.


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Pediatra se ha convertido en el ángel de los niños que están en el área UCI

Médico trabaja en el Instituto Nacional de Salud del Niño de Breña y en ningún momento ha parado, sigue en pie de lucha contra la pandemia por sus pequeños pacientes.

Eduardo Sánchez Chacaltana es un pediatra intensivista que trabaja en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos del Instituto Nacional de Salud del Niño de Breña y que en ningún momento ha abandonado a sus pacientes.  | Foto: Jessica Vicente / Trome.
Eduardo Sánchez Chacaltana es un pediatra intensivista que trabaja en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos del Instituto Nacional de Salud del Niño de Breña y que en ningún momento ha abandonado a sus pacientes. | Foto: Jessica Vicente / Trome.

. Hace unos días se cumplió un año del inicio del  debido al coronavirus en nuestro país. En este tiempo hemos sido testigos de la gran labor que realizan los médicos que atienden a miles de personas infectadas por el temible virus. Uno de ellos es Eduardo Sánchez Chacaltana, pediatra intensivista que trabaja en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos del Instituto Nacional de Salud del Niño de Breñ

Por su edad, 65 años, este médico estaba considerado dentro del grupo de riesgo. Sin embargo, siguió atendiendo a los niños que llegaban a su área, ya sea por o algún otro mal. “Soy pediatra hace 35 años. Me dijeron que ya no debía trabajar porque corría el riesgo de contagiarme. Me rehusé porque no podía dejar a mis niños a su suerte en la UCI. Más bien tomé con mucha rigurosidad todas las medidas de protección y seguridad. Debía protegerme por mí, por mi familia y por mis pacientes”, contó este noble y dedicado médico.

Uno de sus mayores temores era llevar el virus a casa. “Es difícil llegar a casa y mantener la distancia. Pero debía hacerlo. Han sido meses muy duros para todos”, expresó. Quien sí siguió su legado fue su hijo mayor, quien es médico anestesiólogo y ahora también se encuentra en la primera línea de atención del Covid en un hospital de Lima.


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