Gran indignación ha causado en Colombia el rescate de un niño de ocho años atado de manos a una ventana al interior de su vivienda, cuyo desconsolado llanto alertó a sus vecinos y dieron aviso a la policía local.
Temeroso ante la presencia de los agentes, el pequeño imploró que no lo soltaran porque temía ser regañado por su madre. “Ellos no te van a ser daño, solo le van a soltar el lazo”, le dijo una vecina al maltratado pequeño.
El niño, que se encontraba descalzo y parado sobre un colchón donde al parecer dormía, fue llevado a un hospital cercano. Al ser interrogada, su madre cayó en contradicciones y aseguró que salió a realizar “diligencias”.
De acuerdo con la policía local, aunque la mujer asumió la responsabilidad del reprobable caso, se supo que era el padrastro del niño quien le pedía que lo dejara atado a la ventana mientras ellos salían por las noches.
El menor –que “se encuentra bien de salud”, según precisaron las autoridades– permanece bajo la protección del Instituto de Bienestar Familiar de Colombia y posiblemente retirarán la custodia a la progenitora.
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