Huariques de Lima y Callao: La causa acevichada que suena en Magdalena
Huariques de Lima y Callao: La causa acevichada que suena en Magdalena


Por: Eduardo Abusada Franco
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Hace más de cien años se llegaba a estos lares por el llamado ‘Camino a la ’. En ese tiempo, el distrito de Magdalena del Mar no existía, era zona aledaña al pueblo de Magdalena Vieja, más en lo que hoy es Pueblo Libre. Mi nostalgia por los barrios antiguos de Lima me sigue llevando, sea por el viejo camino —hogaño, la Av. Brasil— o por otros, a este distrito tan lleno de historias y .

Me gusta respirar la brisa marina y por la tarde caminar por el bulevar José Gálvez y comerme una salchipapas en el ‘Epicentro’ en las nochecitas; tomar fotos a la parroquia del Sagrado Corazón, y sentarme en la plaza Túpac Amaru, la principal del distrito, a mirar la gente pasar.

Allí, frente a la plaza, en la puerta del mercado, descubrí este huarique. Mucha gente se acercaba y comían parados, en tápers de plástico. Tras probarlo, lo registré en mi memoria como sabor aprobado para regresar. No sabía ni cómo se llamaba, solo recordaba que lo desarrollaban unos muchachos veinteañeros, pletóricos de risas y energía.

Esta semana fui en su búsqueda para nuestro huarique de los viernes en Trome y no los vi en la puerta del mercado. Pensando que los habían desolajado, pregunté por ellos, y me informaron que estaban a solo una cuadra más allá. De hecho, ya por el barrio conocen este huarique y la gente sabe darte referencias. Para más señas, se llama ‘La Chevichería de Magdalena”, así con “ch” de chévere.

El creador es Arturo Castilla, quien con solo 25 años es inversionista, lavaplatos y cocinero. Nos contó que él empezó haciendo alfajores en su casa, pero giró al ceviche. “Yo no sabía nada de ceviche, ni cortar la cebolla. Tuve que contratar a alguien para que preparase y luego a otra persona que me enseñó”, recuerda.

Como sea, Arturo aprendió los secretos de la sazón peruana, algo que muchos llevamos en nuestro ADN, y sólo es cosa de buscarla y sacarla a flote. Para este huariquero, es un hecho comprobado que el paladar peruano está muy bien entrenado, y todos somos capaces de distinguir una buena sazón.

De tal manera, el risueño Arturo ha encontrado el secreto para preparar una ‘causa acevichada’ digna de todo respeto. Tiene un justo precio, así que me comí dos. Es de atún, como toda verdadera causa de barrio que se respete, con su respectiva cebollita picada; y, desde luego, con la infaltable palta. Acevichada lleva un baño de cebiche que realza al sabor. Lleva sus complementos como yuca, chifles, canchita y su yapa de chicharrón de pota.

También la puedes pedir sola, por cinco soles. Su sabor no es muy recargado, lo que hace que combine de maravilla con el ceviche, que suele ser de una sazón más agresiva. Así, la paz de esta causa y la picardía del cebiche, nos dan más motivos para seguir visitando Magdalena. No se diga más. Provecho.



DATOS ÚTILES
- Huarique: ‘La Chevicheria de Magdalena’.
- Plato recomendado: Causa acevichada.
- Precio: S/ 5 la porción de causa simple; S/ 8 la porción de causa acevichada.
- Dirección: Jr. Bolognesi 446, Magdalena. A media cuadra del parque Túpac Amaru.
- Horario: De 10.30 am a 3.30 pm, todos los días, menos los martes.
- Teléfonos: 997 814 877
- Facebook:

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