Quizás el primer regalo de un niño sea una pelota. Es tal el cariño que llegan a tener por ella, que cuando se desinfla o revienta se ponen tristes pensando en que no hay solución. Pero eso no es así, ya que en La Victoria, para ser más exactos en el cruce de Bausate y Meza con José Gálvez, está la ‘Clínica de Pelotas’.
Esta es dirigida por el ‘médico pelotólogo’ Francisco Valderrama (60), quien recibió a Trome con una amable sonrisa. “Nací en Huamachuco (La Libertad), soy paisano de Christian Cueva y ya llevó 16 años dándole nueva vida a las pelotas”, manifestó.
‘ES MI TODO’
Recuerda que la primera pelota que reparó fue una con la que jugaba con unos amigos en Palao (San Martín de Porres): “Primero no querían dármela, pensaban que me la llevaría. Luego accedieron y se las regresé como nueva. Ahí empezó todo”.
Don Francisco también reveló que gracias a este trabajo logró comprarse un terrenito en Zapallal (Puente Piedra), donde vive con su esposa e hijas. “Cómo no le voy a estar agradecido a la pelota, es mi amiga, mi sustento, mi bienestar, mi todo”, enfatizó.
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