El gerente comercial de la empresa estatal Editora Perú, Miguel Risco Esquén, fue denunciado por presunto acoso sexual, abuso de autoridad y hostilidad dentro de la compañía. El alto funcionario fue denunciado por nueve personas, cuyas identidades se mantienen en el anonimato.
De acuerdo con Perú21, un oficio dirigido a la gerente general de la entidad, Patricia Zavaleta Ortiz, tres mujeres contaron haber sido víctimas de acoso sexual y tocamientos indebidos por parte de Risco. Mientras otras cuatro denunciantes relataron haber sido testigos de los hechos y víctimas de abuso de autoridad.
Una vez abierto el proceso interno contra el gerente comercial, otras dos presuntas víctimas presentaron sus denuncias. Según los testimonios, los hechos habrían ocurrido en setiembre de 2018, mientras los más recientes se reportaron en octubre y diciembre del 2019.
Entre los testimonios figura el de una víctima, de iniciales K.E., quien trabajó como practicante. “Mientras estábamos almorzando me empezó a preguntar... por ejemplo, si tenía novio y si había tenido relaciones sexuales. Empezó a manosearme tocándome las piernas y besándome las manos... solo quería irme”, contó la denunciante.
Tras darse a conocer los casos, la Federación de Periodistas del Perú solicitó a los ministerios de Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) y de Trabajo tomar las acciones pertinentes.
Por su parte, fuentes del directorio de Editora Perú indicaron que el último jueves el directorio realizó una reunión para tratar las denuncias y procedió a retirarle la confianza al gerente Miguel Risco.
Luego, el funcionario presentó su renuncia al cargo en una carta dirigida al presidente del directorio, Carlos Becerra. En el documento, calificó los hechos como “falsas denuncias que atentan contra mi honor y reputación”. Ahora, el trámite de la denuncia seguirá en las instituciones correspondientes.
En tanto, en declaraciones para el citado medio, Miguel Risco negó haber realizado tocamientos indebidos a las agraviadas e incluso dijo que una de las denunciantes es una mujer de 70 años y “quién en su sano juicio sería un acosador con una persona de su edad”.
Sostuvo que las denuncias responderían a una represalia por “malas gestiones” que se han dado en la empresa. No obstante, dijo que en algún momento pudo haber usado una de las frases señaladas por las denunciantes.