¿Y quién dijo que las mujeres son el sexo débil? Un grupo de madres y chicas que perdieron sus trabajos durante la pandemia, aprendieron a manejar moto para hacer repartos a todo Lima. Ellas son un ejemplo en este . Una de ellas es Maricarmen Ugarriza madre de dos niños y profesora de inicial, quien tenía una guardería en el Centro de Lima, pero lo perdió todo cuando las clases se suspendieron.

“Aprendí a manejar moto hace cinco años, empecé mirando primero a mi esposo cuando encendía la máquina y luego veía los tutoriales por YouTube. Un día mi marido dejó sus llaves y decidí aplicar todo lo que había aprendido, y así inició mi nueva aventura”, detalla.

Actualmente, Maricarmen trabaja para una empresa que ofrece el servicio de repartos, atiende pedidos urgentes y de prioridad, hay días que ‘arranca’ temprano y llega muy tarde a casa muy tan cansada que ni puede hablar, pero sus pequeños son su mayor motivación a seguir adelante.

CLÁVICULA ROTA

“Lo más complicado son las pistas rotas y las trochas, hace unos meses salí volando al no ver un ‘rompemuelle’ sin pintar y terminé con la clavícula rota”, recuerda.

SE HAN GANADO EL RESPETO

Maricarmen nos cuenta que al inicio, algunos hombres le gritaban por las calles: “anda a cocinar a tu casa”, y yo me reía, pero debo decir que nos hemos ganado el respeto de los clubs de motociclistas integrados por hombres como los de Suzuki y R3-MT.

“Soy líder del club de ‘Las Bielas’, un grupo de mujeres integradas por mujeres, aún somos ocho las oficiales, pero hemos lanzamos una convocatoria para que más chicas se integren. La idea es que cuando pase todo podamos hacer rutas recorrer las calles juntas.

MÁS MOTERAS

Michelle Ramírez es barbera e instructora de manera de motos. Cuando cerraron los establecimientos, se dedicó también a cortar a domicilio y a hacer delivery.

Geraldine Vizcarra es asistente contable de una empresa de carga. La motocicleta es parte de su día a día para movilizarse a su trabajo.

DATO ADICIONAL

Eliana Díaz, Brand manager de Pulsar Perú, afirma que se encuentra una gran acogida tanto en hombres como mujeres, que hoy prefieren las motos porque los hace vivir una experiencia de aventura y libertad en cada ruta. Además, les ayuda a ahorrar tiempo y dinero, a desarrollar habilidades como el equilibrio, y en el caso de las mujeres, también a sentirse empoderadas en las calles.

A esta elección, la compra de motocicletas por parte de las damas se ha incrementado en un 12%, pasando el 3% durante el último año.


Contenido sugerido

Contenido GEC