‘Trapiche, Plaza Norte, Óvalo Santa Anita, mercado Productores... ¡Sube, sube...!’ Así llama a los pasajeros Melissa Yucra Rodríguez, una mamita soltera de 43 años que trabaja como cobradora de transporte público en la Línea 02 Cruz del Centro que cubre la ruta Carabayllo-Ate. Ella sale a las 4:30 de la mañana de su casa y vuelve a las 11 de la noche. Se esfuerza bastante para darle lo mejor a sus cinco hijos. No le importa las largas jornadas laborales, su única meta es sacar profesionales a sus retoños porque es consciente de que así tendrán más oportunidades en la vida. Su entusiasmo, carisma y espíritu alegre son sus mejores aliados cada día.
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Meli, tiene cinco hijos...
r¿Hace cuánto tiempo es cobradora? diseño gráfico, Daniel estudia ingeniería agrícola en la Universidad Agraria, Julio César está en quinto de secundaria, Nicolás está en primero de secundaria y Luciano en primer grado. Los cinco son mi motor y motivo para seguir adelante pese al cansancio, por ellos trabajo tanto, para darles lo mejor.
¿.Hace cuánto tiempo es cobradora?
En esta empresa llevo un año, pero yo vengo cobrando hace unos siete años.
Es un trabajo duro, en algún momento le ha dado miedo.
No, mi abuelo fue chofer de transporte público y me acuerdo que a veces lo acompañaba, le llevaba el almuerzo. A mí me gustaba viajar en el carro por diferentes lugares y tratar con la gente. Yo miraba cómo cobraban y me llamó mucho la atención. Luego supe que mi papá había sido cobrador de buses en su juventud.
"Lucho por mis hijos aunque reconozco que es cansado llamar a la gente, subir y bajar del bus, cobrar pasaje en hora punta", cuenta Melissa. Fotos: César Bueno / Trome.
Y qué la animó a empezar en ese trabajo.
El papá de mi último hijo es chofer, un día me dijo que lo ayudara cobrando y acepté (risas). Además, no dicen que el cobrador gana más que el chofer ja, ja, ja.
Tienes jornadas largas...
Sí, son jornadas de 15 horas, hacemos tres vueltas con el bus, cada una dura unas cinco horas. Nuestra ruta es Carabayllo - Ate. Por eso, muchos días llego cansada a casa, salgo a las 4:30 de la mañana y regreso eso de las 11 de la noche.
Aprovecha su día libre para pasar tiempo con sus hijos.
Sí, trato de darles tiempo de calidad a ellos yendo al parque, saliendo a comer fuera, hablando con ellos, preguntándoles cómo les fue en el colegio. Mi trabajo es absorbente, pero siempre estoy al tanto de ellos.
En estos años seguro ha tenido muchas anécdotas...
Claro, lo bueno es que la mayoría han sido graciosas, felizmente no me he chocado con personas agresivas o groseras. Recuerdo que un día tomé mucha agua y necesitaba orinar, tuve que decirle a los pasajeros que esperen un ratito que tenía una urgencia, me fui corriendo a un restaurante para pedir prestado el baño. Por suerte la gente no se molestó, más bien algunas señoras me dijeron que no me aguante porque si no me daba infecciones (risas).
Su carisma y espíritu alegre son sus mejores aliados. Fotos: César Bueno / Trome.
Otra cosa que le haya pasado.
Muchos de los chicos que pagan medio pasaje me muestran su carné con miedo, con voz bajita me dicen ‘medio’, es que hay cobradores que no les quieren cobrar lo justo. Yo les digo, no se preocupen, tranquilos, es su derecho por ser estudiantes.
Usted es una mujer miloficios.
Claro, antes de ser cobradora de bus, tuve un pequeño restaurante, también fui ambulante... siempre me he buscado la vida, estoy acostumbrada a trabajar bastantes horas. Por eso, ahora a mis hijos les digo que estudien, que eso los llevará muy lejos.
Es una mamá luchona...
Sí (se sonroja), lucho por mis hijos aunque reconozco que es cansado llamar a la gente, subir y bajar del bus, cobrar pasaje en hora punta. Con decirte que me convierto en mujer araña para pasar entre toda la gente ja, ja, ja. O también les bromeo y digo: Cuidado que está pasando la Barbie, con esto le saco sonrisas y hasta carcajadas a los pasajeros. Uno tiene que tratar de darle la vuelta a las cosas, no desanimarse ni lamentarse, hay que continuar.
¿Nunca se han puesto faltosos con usted?
Siempre hay alguno por ahí que se cree el graciosito, pero no le hago caso. Me centro en otras cosas, igual también tengo el apoyo del chofer que siempre está al tanto.
Un mensaje por el Día de la Madre.
Le pido a los hijos que valoren el esfuerzo de sus madres y que no solo la agasajen un día, si no todos los días, nosotras no queremos regalos costosos, solo mucho amor y cariño. Pasen un bonito Día de la Madre.
"Mi abuelo fue chofer de transporte público y me acuerdo que a veces lo acompañaba. A mí me gustaba viajar en el carro por diferentes lugares y tratar con la gente", recuerda. Fotos: César Bueno / Trome.
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