Milagros Goñe es una madre que tiene el apoyo de su familia como motivación para superar cualquier problema o comentario que recibe por ser una mujer trabajadora en las vías de Lima. Ella es parte del equipo de Monitoreo y Auxilio Vial en Lima Expresa, la concesionaria vial de la Vía de Evitamiento y la vía expresa Línea Amarilla, y se encarga de operar una grúa liviana y brinda asistencia a los conductores que necesitan auxilio vial. Como ella destaca, con mucha emoción, sus hijos están orgullosos de la mamá que tienen.
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¿Fue sencillo llegar a ser una madre trabajadora brindando auxilio vial?
Estoy en la empresa desde hace seis años. En el primer año trabajé en el equipo de peaje, como agente de recaudación. Luego postulé al programa Ángeles de la Vía, el cual busca dar oportunidades a las mujeres capacitando a las recaudadoras de peaje para que puedan acceder –en igualdad de oportunidades- a plazas laborales en el área de Monitoreo y Auxilio Vial. Desde ese entonces opero una grúa liviana y brindo asistencia a los clientes que necesitan auxilio vial en la Vía de Evitamiento y la vía expresa Línea Amarilla.
¿Qué es lo que te parece más duro de realizar en tu actual trabajo?
A veces nos encontramos con clientes que vienen ofuscados. Ellos no saben qué está pasando en la vía, y se molestan. Por ejemplo, cuando hay un siniestro, un atropello o cierre de vía, podemos tomar un poco más de tiempo en ir a auxiliarlos. Les explicamos lo que ha sucedido y algunos no lo entienden.
¿Has sentido el machismo en tus labores?
Al principio cuando llegué al área sentía que muchos de mis compañeros pensaban que este trabajo no lo podía realizar, ya que solo había hombres. Yo fui la primera mujer que llegó a operar una grúa. Considero que poco a poco mis compañeros fueron cambiando de pensamiento. En ese entonces, el hecho de bajarme de la grúa les generaba desconfianza porque no habían visto a una mujer manejando grúa. Me decían: ¿señorita sabe lo que va a hacer?. Siempre dudaban, pero luego perdieron el miedo. Además, en Lima Expresa nos capacitan y promueven la equidad e igualdad de oportunidades en todas las áreas.
Mamita auxilia a conductores en vías de Lima. Fotos: Difusión.
¿En tu área de trabajo hay más mujeres?
En el área de Monitoreo y Auxilio vial sí hay más mujeres. De hecho, mis jefas, la jefa de Monitoreo y Auxilio Vial y una supervisora son mujeres. Asimismo, dentro del Centro de Control de Operaciones, trabajan algunas operadoras monitoreando la vía. Pero como operadora de grúa, soy la única. Espero que pronto se puedan sumar más mujeres, ya que este trabajo no solo es de hombres.
¿Qué dice tu familia de tu trabajo? ¿Qué opinan tus hijos?
Mi familia ha sido mi principal motivación. Gracias a ellos es que yo postulé al área donde estoy para manejar una grúa. Ellos me dieron la fuerza y todo lo que necesitaba para sentirme segura de lo que estaba haciendo. Hubo momentos en los que dudaba, me decía ’esto no es para mí'. Pero, mi familia siempre estuvo ahí apoyándome. Me decían que sí podía. Mis hijos están orgullosos de la mamá que tienen. Día a día yo les demuestro que puedo hacerlo y que hombres y mujeres podemos hacer lo mismo. Esa es mi satisfacción.
Está en este trabajo desde hace seis años. Fotos: Difusión.
¿Tienes alguna anécdota que destaques sobre tu trabajo?
Una anécdota que me marcó fue con un cliente, a la altura del puente Nogales en la Vía de Evitamiento. Se trataba de una pareja de esposos que se quedaron en la vía con el vehículo descompuesto. Era el primer servicio que hacía sola, sin compañero. Llegué al punto y el señor estaba afuera del auto esperando el auxilio, la señora estaba sentada dentro del auto. El inspector, quien llega antes que yo para revisar qué es lo que ha pasado, estaba conversando con la señora. Llego y me presento, estaba con mi uniforme, casco, lentes.
¿Y qué pasó?
La señora me ve y baja del auto para decirme: ¿Tú vas a llevar mi carro? y le explico que sí. Inmediatamente la señora me felicita, me dice: qué bueno que una mujer esté trabajando en esto. Me dio la motivación que necesitaba, las fuerzas para confirmar que estaba segura de lo que estaba haciendo. El señor también me dijo lo mismo: “Mis respetos, señorita. Es la primera vez que veo que una mujer está remolcando un vehículo”. Esta historia me marcó. Incluso se tomaron una foto conmigo y me dijeron que querían enseñársela a sus hijos. Estas cosas te marcan, te alimentas de las cosas buenas.
Un mensaje en el Día de la Madre
Quiero desearles un feliz Día de la Madre. A todas aquellas que día a día sacan adelante a sus hijos. Muchas veces lo hacen solas. Ellas son empoderadas y gracias a ellas somos lo que somos. Las madres nos enseñan que la vida no es fácil pero tampoco difícil. Gracias a todas las madres, en especial a la mía, por ser una gran motivación en mi vida.
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