Conejos asesinos en Ñaña o una nave alienígena en Matute, entre otros relatos, se entremezclan en una temática hiperrealista pop, con guiños a la ciencia ficción y la distopía urbana en El demonio camuflado en el asfalto (Revuelta Editores, 2020), primer libro de cuentos en conjunto de J.J. Maldonado y Leonardo Ledesma.
¿Cómo nació la idea del título El demonio camuflado en el asfalto, que a su vez es un rap de Nach?
J.J. Maldonado: Leo y yo, además de compartir una gran amistad, también compartimos algunos gustos estéticos y culturales, entre los que se encuentra la cultura popular: justamente nos encanta Nach y el freestyle. Cuando teníamos el libro terminado no sabíamos qué título ponerle porque Leo quería una frase corta, pero yo quería utilizar una frase larga como las que utiliza Patricio Pron en sus libros. Al final, escuchando esta canción de Nach, Leo dijo ‘este es el título’. A mí me gustó la idea y quedó El demonio camuflado en el asfalto, sobre todo, por la búsqueda de la cultura popular.
Leonardo Ledesma: Fue complejo. Y buscando títulos encontramos ese. Uno de los epígrafes que está en el lado B del libro-que es mi parte-es uno de los versos de la canción Manifiesto de Nach: “¿Tus hijos no van a clase porque escuchan rap?/No hay por qué preocuparse/tus hijos escuchan rap porque tienen clase”. Es una canción de un poco más de 9 minutos que no tiene coro y es totalmente directa de principio a fin. Nach está presente en el libro como una especie de homenaje porque es un rapero que nos gusta y sus letras tienen que ver mucho con la miseria, la crudeza del ser humano y el miedo.
El libro fue publicado prepandemia en 2019 y justo la difusión ha sido durante la pandemia…
L.L.W.: La idea era que el libro se publicara para la Feria Ricardo Palma del 2019, pero no llegó por un problema con la imprenta. Recién comenzamos a distribuirlo a comienzos de este año cuando no sabíamos que nos íbamos a quedar encerrados cinco meses.
J.J.M.: Los libros llegaron en enero. Estábamos prestos para la presentación. En el primer trimestre del año no es muy saludable para la cultura y la literatura peruana publicar. Leo y yo pensamos que como nadie publica en esos meses íbamos a hacerlo en esas fechas. Justo cuando empezó marzo para mover el libro llegó la pandemia. En cierta manera, fue bueno y malo. Porque, pese a que el libro no ha tenido una presentación formal, ha tenido reseñas y comentarios positivos. Hay cierta conexión con la pandemia en sí porque es el miedo o el horror de estar metido en tu casa.
En el cuento Balas con alas de mariposa, Ñaña es invadida por conejos asesinos o en Matute en Sara, Robert Stack y los aliens llega una nave alienígena, son cosas que, después de todo lo que estamos pasando, podrían suceder.
J.J.M.: Creo que los humanos siempre hemos tenido obsesión por el fin del mundo. No es nuevo escribir sobre la destrucción de la Tierra. Viene desde épocas anteriores a la escritura de la Biblia. Pienso en el poema épico de Gilgamesh que, se dice, es el texto escrito más antiguo. En ese libro hay un anuncio postapocalíptico del mundo porque allí está la destrucción en un diluvio. Con Leo hemos intentado explorar eso. Justo llegó la pandemia que hiperbolizó este horror que guardamos los seres humanos desde que se creó la Tierra.
L.L.W.: Mis referencias fueron más actuales y visuales. Yo vi el documental Historia de la ciencia ficción de James Cameron, donde entrevista a reconocidos directores, actores y productores. No necesariamente está allí en el monstruo en sí mismo, sino a lo que nos enfrentamos cuando se encuentra ante lo desconocido. He sentido durante la pandemia que estamos yendo a dormir sin saber qué va a suceder al día siguiente. Esa constante incertidumbre es algo con que El demonio camuflado en el asfalto conversa con la realidad.
J.J.M.: Quiero aclarar que nuestros relatos no son ciencia ficción. Nosotros sacamos elementos de la ciencia ficción como lo fantástico y realista para amalgamarlos y hacer una reformulación de las formas y crear una especie de metarrealismo o hiperrealismo. No es ciencia ficción, fantasía ni realismo. Es un conglomerado de todos estos elementos. No solo de la literatura, sino del cine, los animes, las creepypastas.
Un compilado…
J.J.M.: Sí, nosotros queríamos mezclar varios elementos de lo que conocemos y nos gusta para escribir El demonio camuflado en el asfalto.
Entonces, ¿la ciencia ficción es un elemento de los relatos?
J.J.M.: Así es. No son cuentos fantásticos en el sentido estricto de la palabra. Tienen elementos de horror, pero tampoco son de terror. Creíamos que era mejor no quedarnos en un solo género, sino mezclarlos y explotarlos a partir de las formas que se pueden.
En Balas con alas de mariposa, después del ataque de los conejos, es sorprendente cómo cambian los seres humanos, cuán diferente pueden ser las actitudes de las personas. Es algo que está sucediendo durante la pandemia.
J.J.M.: En los momentos límites la sociedad saca su lado más real, el que esconde porque supuestamente todo está en orden. Balas con alas de mariposa es una referencia a una canción de The Smashing Pumpkins (Bullet with Butterfly Wings). El primer verso de esta canción es: “el mundo es un vampiro que ha sido enviado para desangrarte”. Más que en la literatura, yo lo he aprendido en la narrativa del cine. Si ves The Walking Dead, que es una serie sobre el fin del mundo, la gente cambia para mal porque busca sobrevivir.
El ser humano es egoísta. Leonardo, ¿qué opinas acerca de eso, sobre todo, porque lo veo en tus cuento Sara, Robert Stark y los aliens y El laberinto de la hormiga?
L.L.W.: Es muy probable que el ser humano empiece a descubrir ese egoísmo porque en situaciones regulares no se muestra de esa manera, ya que hay cuestiones sociales que nos frenan. Se puede decir que hay mecanismos que tenemos que no nos permiten desarrollar todo nuestro egoísmo, y está bien. Normalmente, en los cuentos que has mencionado hay una especie de descubrimiento de qué tiene cada ser humano interiormente, así como por su entorno. Siempre hay una añoranza por lo que fue, más no por lo que sucede en estos momentos como, por ejemplo, la pandemia. Incluso, el término ‘nueva normalidad’ es para no desprendernos de las costumbres que teníamos hace medio año, pero en la configuración mental de cada uno, esto ha cambiado bastante y vamos a arrastrarlo durante décadas.
J.J.M.: Los cuentos de El demonio camuflado en el asfalto se escribieron para explicar la psicología y el comportamiento humano. Nosotros no quisimos una seriedad en las formas, o sea, que los zombies, aliens o conejos sean los malos. No. Nunca quisimos hacer eso. Queríamos que prime la exploración de los personajes en el horror humano. En el libro, los humanos son los malos, no los zombies o los recolectores de almas. Esa fue nuestra apuesta literaria.
L.L.W.: En el cuento El laberinto de la hormiga, que es más fantasmal y espectral, no hay malos. Ni siquiera hay muchos personajes que hablen, solo hay uno que te va llevando por el espacio. No quiero spoilear porque tiene muchas lecturas, pero podría decir que son humanos sometiendo a otros humanos.
DÓNDE ENCUENTRAN EL LIBRO
El demonio camuflado en el asfalto se puede encontrar en las librerías Heraldos Negros de Barranco o en El Virrey del Centro de Lima o con los mismos autores en sus cuentas de Facebook o Instagram.