La evaluación del niño sano juega un papel decisivo durante los primeros años de vida. El objetivo es evaluar su crecimiento y desarrollo con respecto a la edad. Además, permite saber si hay algún problema y corregirlo a tiempo.
Durante el primer año de su hijo es muy importante llevarlo cada mes a su control de crecimiento y desarrollo.
A los 2 meses de edad los niños mantienen su cabeza levantada, juegan con sus manos y sonríen espontáneamente.
A los 6 meses ya se mantienen sentados solos, sostienen su biberón y sonríen a los adultos.
A los 8 meses empiezan a gatear, lloran por la ausencia de su madre, agarran con los dedos pulgares e índice los objetos pequeños.
A los 10 meses se paran y a los 12 meses caminan, se relacionan con los objetos y responden a su nombre. Es necesario que su hijo sea evaluado de forma mensual por un médico pediatra.
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