Evita las comparaciones y dale tiempo de calidad a cada uno. Foto: iStock.
Evita las comparaciones y dale tiempo de calidad a cada uno. Foto: iStock.

Losson una realidad en muchas familias. Desde pequeños, los niños compiten por la atención de los padres, lo que puede generar conflictos. Aunque se cree que los celos son naturales, su intensidad y frecuencia dependen en gran medida del entorno familiar y de cómo los adultos manejan la situación.

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“Los celos entre hermanos no deberían verse como inevitables, pero sí como una señal de que hay aspectos por mejorar en la dinámica familiar. Cuando uno de los hijos siente que el otro recibe más atención, puede reaccionar con enojo, tristeza o aislamiento. Este problema es más común cuando los padres, sin darse cuenta, establecen favoritismos”, señala el psicólogo y psicoterapeuta Walter Hinojosa.

Cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo y habilidades. Compararlos solo alimenta la competencia negativa.
Foto: iStock.
Cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo y habilidades. Compararlos solo alimenta la competencia negativa. Foto: iStock.

¿Qué hacer?

1. EVITA COMPARACIONES. Cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo y habilidades. Compararlos solo alimenta la competencia negativa.

2. DEDICA TIEMPO INDIVIDUAL. Asegurar momentos exclusivos con cada hijo ayuda a que ninguno sienta que recibe menos atención.

3. FOMENTA EL TRABAJO EN EQUIPO. Involucrarlos en actividades donde ambos cooperen en lugar de competir fortalece su relación.

4. ENSEÑA A GESTIONAR EMOCIONES. Ayudarles a expresar lo que sienten sin recurrir a peleas o berrinches es fundamental para su desarrollo emocional.

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