El Ministerio de Salud (Minsa) capacitó a directores, personal de entidades del sector Salud y a periodistas de diversos medios de comunicación sobre el adecuado recojo de cadáveres de personas que mueran a causa del coronavirus (COVID-19).
Esta capacitación se realizó con la finalidad de informar sobre las pautas correctas a desarrollar luego de la defunción de una persona con COVID-19 para evitar cualquier riesgo de contaminación y diseminación de esta enfermedad.
El biólogo Elmer Quichiz Romero, director ejecutivo de la Dirección General de Salud Ambiental, a cargo de la capacitación, explicó los detalles del manejo exacto de los cadáveres en caso que la persona fallezca en un centro de salud, su vivienda u otro lugar.
En caso el deceso del paciente se de en un hospital o centro de salud, su cuerpo no deberá ser movilizado. El personal a cargo tendrá que retirar los dispositivos médicos no invasivos y remojarlos en una solución desinfectante, caso contrario, estos deberán mantenerse en el cadáver hasta su disposición final.
Asimismo, antes de proceder a la preparación del cuerpo, se permitirá el acceso -a una distancia no menor de 2 metros- de dos familiares directos, para que puedan despedirse de su pariente.
En caso la persona fallezca en una vivienda, se deberá aislar el cadáver y llamar a la policía para que constate que la muerte no se produjo de manera violenta.
Luego de ello, tendrán que comunicarse con la autoridad sanitaria de la jurisdicción: hospital (del Minsa o EsSalud), Dirección de Redes Integradas o Dirección y Gerencia Regional de Salud, para que se hagan cargo del levantamiento del cuerpo, quienes deberán llegar al lugar dentro de las 24 horas.
El personal encargado de manejar el cadáver lo colocará dentro de una bolsa hermética. Una vez cerrada, ésta no deberá ser abierta por ningún motivo, aún incluso cuando sea cremado.
Si el cuerpo no pasa por el proceso de cremación y es colocado en un ataúd, también deberá estar embolsado y no podrá abrirse el féretro bajo ningún motivo. Asimismo, el personal de los servicios funerarios deberá estar capacitado y disponer de los equipos de protección para transportar el cadáver, el cual no podrá ser trasladado fuera de la provincia donde murió.
Este mismo procedimiento deberá realizarse para los cuerpos encontrados fuera de su domicilio o los que sean sospechosos de haber sido afectados por el coronavirus. Si hay evidencia de un acto criminal, el profesional de salud dará cuenta al Ministerio Público para que autorice la necropsia de ley.
El equipo humanitario a cargo del recojo de cadáveres en cualquiera de los tres escenarios, deceso en hospital, vivienda o calle, deberá contar con equipos de protección personal: guantes de látex, ropa quirúrgica descartable, mandilón descartable, gafas oculares antinieblas, protector facial, respirador N95 o FPP2 y botas o cobertores de zapatos impermeables y descartables.