Adolescentes, jóvenes y adultos que consumen cigarros electrónicos corren el riesgo de presentar síntomas relacionados a la inflamación de las vías respiratorias y además ser más propensos a desarrollar un cuadro severo por la COVID-19. Así lo advirtió un especialista en neumología del Seguro Social de Salud (EsSalud).
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El doctor Ronald Rupire Misaico, médico neumólogo del hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins, explicó que los consumidores de cigarro -en cualquiera de sus modalidades- tienen una predisposición latente de aumentar una adicción a otras drogas en el futuro, como el alcoholismo u otras sustancias, por la necesidad que la nicotina produce en el cuerpo humano.
“Los consumidores de tabaco pueden desarrollar enfermedades respiratorias como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), cáncer pulmonar y enfermedades cardiovasculares como el infarto cardíaco, accidentes cerebro vasculares, llegando incluso a una muerte súbita”, señaló el doctor Rupire.
Asimismo, explicó que el efecto que causan los cigarros electrónicos está relacionado a la injuria pulmonar grave, la cual se manifiesta con un cuadro de tos, dolor torácico y dificultad respiratoria, que pasa rápidamente a una insuficiencia respiratoria aguda, “la mayor cantidad de veces, el paciente necesita ser ingresado a una unidad de cuidados intensivos con ventilación mecánica y poniendo en riesgo su vida”.
El especialista de EsSalud afirmó que la diferencia principal entre el cigarro convencional y el electrónico está en la cantidad de compuestos que tiene cada uno; sin embargo, enfatizó que ambos tienen el mismo riesgo de desarrollar enfermedades pulmonares.
Agregó que, a nivel de Latinoamérica, el porcentaje de fumadores tradicionales está en un rango que va del 27% al 40%, y en el caso de los que utilizan el cigarrillo electrónico es de 8%, siendo mayor en la población de 13 a 18 años, según estudios realizados en Colombia y Argentina.