Mientras unos hacen hasta lo imposible por ganar honradamente el sustento para sus familias, otros prefieren tomar el camino de la delincuencia. Sin embargo, al ser capturados, muchos imploran clemencia y dan las excusas más insólitas para no ir a la cárcel.
Este es el caso de un sujeto de 27 años, identificado como Ángel Arturo Zurita Velásquez, que fue intervenido en el jirón Emilio Althaus en Lince por dos policías vestidos de civil tras robar un celular.
“El delincuente siguió corriendo y en la mano llevaba un celular. Mi chofer bajó, yo bajé y él lo ha correteado y lo ha interceptado en esta calle”, detalló uno de los policías que participó en el arresto de Ángelo Arturo Zurita Velásquez.
Cuando se vio arrinconado por los efectivos de la Policía Nacional, Ángelo Arturo Zurita Velásquez trató de convencerlos que no había hecho nada malo pero poco después se retractó y admitió haberle quitado su celular a una joven universitaria.
Sin embargo, lo que más llama la atención es la excusa que el detenido utilizó para justificar su terrible accionar, aduciendo que lo hacía porque no le alcanzaba para mantener a sus dos pequeñas hijas.
“Disculpe, maestro, no hay trabajo. Yo tengo dos hijas, ¿limpiando carros cree que voy a mantener a mis hijas?", dijo con total descaro Ángelo Arturo Zurita Velásquez ante las cámaras de América Noticias.
El delincuente pretendió utilizar esta misma excusa cuando la agraviada llegó hasta el lugar para identificarlo, pidiéndole que no lo denuncie. “Ahí te lo estoy devolviendo, no seas mala, mira que no lo he roto”, fueron algunas de sus palabras.
La joven universitaria relató que el delincuente la había amenazado con un cuchillo para despojarla de su celular a unas cuadras de distancia. Además, decidió ignorar las súplicas del ladrón e interpuso la denuncia en la comisaría de Lince.
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