En una zona poco transitada, la madre de familia Juana Mirtha Camacho Rodríguez (42) fue atacada salvajemente de 30 cuchilladas por un enloquecido sujeto, en el sector de San Antonio, Cañete, que la dejó al borde de la muerte.
Ocurrió cuando Juana Camacho pasaba por el pasaje Miraflores, rumbo a la chacra, para cosechar manzanas en el anexo de Chocalla, en el distrito de Asia, y vio que el barbero J.D.Ch.A. (26), al que conoce porque este siempre le compraba mazamorra para su niño de dos años, la seguía sigilosamente.
Ella corrió para ponerse a salvo, pero el sujeto, que tenía un cuchillo en la mano, la alcanzó en una chacra donde la acuchilló en el rostro, cuello (cerca de la yugular) y brazos. Solo dejó de atacarla cuando ella le suplicó a gritos: “No me hagas más daño. Tengo un hijo de dos años, como tú”. Tras estas palabras, el violento individuo la dejó y huyó corriendo.
Afortunadamente otras mujeres, que también iban a cosechar, vieron a Juana sangrando y avisaron a la Policía, para luego trasladarla a un hospital cercano. Los médicos le colocaron más de 65 puntos en varias partes del cuerpo.
De inmediato, el capitán PNP Víctor Córdova Ponce, comisario de la delegación de San Antonio, realizó un operativo por diversos sectores y horas después capturaron al sospechoso en el paradero de buses del bulevar de Asia. Intentaba fugar a San Vicente de Cañete para esconderse en la chacra de su cuñada.
En su declaración, dijo a los efectivos policiales: “Estaba tomando ron en la casa de un amigo y luego fumé marihuana”.
LE VENDÍA MAZAMORRA
Fue trasladado a la fiscalía de turno por el delito de tentativa de homicidio.
La mujer, que tiene tres niños, contó desde su lecho en el hospital que no se explica los motivos que tuvo el sujeto para atacarla. Solo lo conoce porque ella vende mazamorras y él acudía a comprarle varias porciones para su hijito, que también tiene dos años, al igual que el último niño de ella. Se descarta el robo y el abuso sexual. (Mónica Rochabrum)