Doña Victoria Cuscano Candela, quien fuera considerada la persona más longeva de Cañete y de la Región Lima con 104 años, falleció esta madrugada en el hospital Rezola.
‘La abuelita de Lunahuaná’ tuvo cuatro hijos, 13 nietos y varios tataranietos. Vivía con su hija mayor en su inmueble ubicado en el anexo de Jita, a unos minutos de Lunahuaná, en Cañete
Nosotros tuvimos el honor de conocerla hace un año cuando fue su cumpleaños 104 y charlamos con ella. Era una mujer muy lúcida y contaba que desde muy joven se dedicó a ser comerciante de verduras que ella misma cultivaba en su huerto.
“Trabajé hasta los 90 años, me gusta comer sopa seca con carapulcra y de vez en cuanto tomo mi copita de vino para mantenerme jovial”, nos contó la ‘abuelita de Lunahuaná’ y del alcalde de la ciudad Felix Vicente Villalobos.
En aquella oportunidad su hija mayor, Petronila Villalobos (80), nos contó que “mi mamá es una mujer increíble. Pese a sus años sigue vital y amorosa. Usa bastón pero a pesar de ello camina por las calles de Lunahuaná con sus inseparables mascotas ‘Peluchín’ y ‘Lorenzo’”.
Los restos de ‘La Longeva de Lunahuaná’ son velados en su casa en el anexo de Jita.
Doña Victoria Cuscano Candela, quien fuera considerada la persona más longeva de Cañete y de la Región Lima con 104 años, falleció esta madrugada en el hospital Rezola.
‘La abuelita de Lunahuaná’ tuvo cuatro hijos, 13 nietos y varios tataranietos. Vivía con su hija mayor en su inmueble ubicado en el anexo de Jita, a unos minutos de Lunahuaná, en Cañete
Nosotros tuvimos el honor de conocerla hace un año cuando fue su cumpleaños 104 y charlamos con ella. Era una mujer muy lúcida y contaba que desde muy joven se dedicó a ser comerciante de verduras que ella misma cultivaba en su huerto.
“Trabajé hasta los 90 años, me gusta comer sopa seca con carapulcra y de vez en cuanto tomo mi copita de vino para mantenerme jovial”, nos contó la ‘abuelita de Lunahuaná’ y del alcalde de la ciudad Felix Vicente Villalobos.
En aquella oportunidad su hija mayor, Petronila Villalobos (80), nos contó que “mi mamá es una mujer increíble. Pese a sus años sigue vital y amorosa. Usa bastón pero a pesar de ello camina por las calles de Lunahuaná con sus inseparables mascotas ‘Peluchín’ y ‘Lorenzo’”.
Los restos de ‘La Longeva de Lunahuaná’ son velados en su casa en el anexo de Jita.