Una enfermedad jamás vista en la ciencia médica es el que padece Alejandro Ramos Martínez, un buzo peruano que tiene que vivir con el cuerpo inflado por bolsas de nitrógeno que se han adherido a sus músculos y es imposible de extraer.
Este mal lo adquirió al momento de ascender de las profundidades del mar. El nitrógeno que produjo su sangre no lo mató como ha otros, sino que ha hecho que su cuerpo empiece a inflarse y posteriormente a deformarse.
Estas bolsas de nitrógeno no se pueden extraer del cuerpo del buzo peruano porque están adheridas a su carne, añadiéndole 30 kilos más de peso; además de producirle dolores e invalidez, ya que no puede trabajar adecuadamente debido a este mal.
Hasta el momento, la Sociedad Peruana de Medicina Hiperbárica lo ha apoyado con sesiones de oxígeno puro para que desintoxique el cuerpo, pues una operación podría poner en peligro su vida.
Alejandro Ramos Martínez manifestó que este mal que padece le ha traído secuelas como hipertensión muy grave y una lesión a la cadera que requiere de una prótesis.