Perú celebra este 28 de julio los 200 años de su independencia, un acontecimiento que debe ser visto como una gran oportunidad para que los peruanos se unan “en la diversidad” e impulsen un cambio de valores para forjar un país “sin tantas brechas” frente a los desafíos del futuro. Tras el juramento de Pedro Castillo como presidente de la República, en una fecha especial, nace la pregunta: ¿Cómo han sido estos 200 años de la independencia? ¿Qué hemos hecho bien y que debemos mejorar? Ante estas interrogantes, TROME conversó al sociólogo Moisés Arias Domínguez para que nos dé su punto de vista.
“Yo creo que como sociólogo no podría hablar de que somos una sociedad buena o mala porque cada sociedad tiene patrones de conductas distintos de otros. Como códigos éticos y morales distintos de cada sociedad, dependiendo del espacio y el tiempo. Si me preguntas por estos 200 años de independencia, empezamos no tan mal. Respecto al contexto en que nos encontramos antes de la Independencia, hubo movimientos de rebeliones contra los españoles, pero todos fueron sometidos y al final la Independencia viene del extranjero y esa herencia servil que teníamos desde el Virreinato, porque nos acostumbramos como sociedad a depender de la corona española y cuando por fin somos independientes, no supimos cómo asumir ese rol de liderazgo de un pueblo como en el Perú”, afirmó.
Conductas que con el pasar de los años siguen vigentes
Para el sociólogo Arias Domínguez en estos 200 años de Bicentenario hay comportamientos que aún se arrastra desde el origen del Perú como república, que a pesar del tiempo aún no se corrigen. Estos aspectos, indica, son un problema para que nuestro país no se desarrolle en los aspectos principales que toda nación debe preocuparse. Por ejemplo, en salud, educación, economía. A continuación el desarrollo de estas ideas en tres puntos:
- “Yo creo que esa herencia aún la mantenemos, esa herencia de caudillaje, esa herencia de tener la esperanza y pensar que esta persona te va a llevar al desarrollo y va a hacer que el Perú se convierta en un paraíso aún la mantenemos. A lo largo de los años siempre esto ha sido una especie, paradójicamente hablando, de algo a favor y contra. Esto nos ha podido sepultar en algún momento y también nos ha dado alegrías como el caso de los héroes. Yo creo que en el Perú valoran mucho a sus héroes, como es el caso de los héroes del Pacífico: Miguel Grau, Francisco Bolognesi, Andrés Avelino Cáceres o José Gálvez en el combate 2 de mayo”.
- “Igual viene siendo un homenaje a un caudillo que está bien, porque es eso el papel del héroe, pero no todo puede ser eso y lo vemos hasta ahora. Hasta ahora pensamos que una sola persona como el presidente de un partido político o político va a hacer que seamos una potencia o que caigamos en una miseria, cuando eso no es exactamente así. Para hacer una sociedad desarrollada o potencia, si queremos soñar un poco, tiene que haber el trabajo de más de una persona, pero todavía tenemos esa herencia y yo le llamo ‘Herencia Servil del Virreinato’, en el que estábamos sometidos no solo económica y social, sino simbólicamente”.
- “El Perú hablando de Lima, no solamente provincias. Lima es una sociedad que si bien es cierto se ha desarrollado económicamente, tiene el pensamiento servil. En el caso de virreinato tenía que hacerle caso a tu patrón o capataz, ahora tienes que hacerle caso en todo a tu jefe para cuidar tu trabajo. ‘Cuida tu chamba porque si no te van a botar’, te dicen. Ese es el mismo pensamiento que teníamos en el virreinato. Eso es algo de lo que el Perú no se libera y no ha despertado y yo creo que es un tema de dependencia simbólica. Lima antes de la pandemia era una ciudad que tú no podías respirar, que todo era para ayer en el trabajo, casa y familia. La pandemia alivio eso y me parece que está volviendo. Entonces, yo creo que el Perú es un país “Sui Generis” y que tendríamos que trabajar las necesidades y problemas que tenemos como país. Plantear un proyecto como país y hasta ahora no se ha dado. Que yo recuerde nunca se ha dado un proyecto propio, siempre copiamos y no está mal copiar, porque lógicamente no tienes la experiencia y no sabes. Con esa copia, armar un proyecto, pero en 200 años sería bueno hacer algo propio en educación, economía, salud e infraestructura”.
Tolerancia y empatía para ser un mejor país
Ni la pandemia cambio la actitud de los peruanos, pues no hubo solidaridad y hubo mucha viveza de parte de algunas personas que se hicieron ricos con la desgracia ajena. El sociólogo Arias nos da su punto de vista al respecto.
- “Algo malo es que nos faltamos mucho el respeto, como decía el saliente presidente Francisco Sagasti en una entrevista con Jaime Chincha, ya que podríamos pensar que el otro tiene razón. A veces tenemos una situación de un ego irracional en la que pensamos que nuestra postura es la única válida, caemos mucho en eso y deberíamos practicar tolerancia y empatía. Pero eso, en una sociedad fragmentada y en crisis como la que nosotros tenemos hace 200 años es complicado”.
- “Algo bueno, es que siempre hay actuaciones individuales de personas que hacen pensar a uno que Perú puede estar mejor, pero esas actuaciones individuales deberían trascender no solo en el recuerdo, sino que tenemos que practicarlos”.
Si los políticos no piensan en sus beneficios, se podría ser un mejor país
- “Utópicamente hablando que los políticos que van llegando hagan lo que tenga que hacer en favor del país, pero que lo haga y no piense en sus beneficios personales. Con el respeto ganaríamos un montón como sociedad”.
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