Alejandro Toledo
Alejandro Toledo


Beto Ortiz debe ser uno de los periodistas más críticos de Alejandro Toledo. Y se ha notado otra vez.  vive uno de sus momentos más críticos luego de que un colaborador eficaz del caso lo acusara de recibir un por parte de la constructora brasileña para adjudicarse obras durante su gobierno. Actualmente, el expresidente se encuentra en Francia y corre el riesgo de ir a la cárcel a su regreso al Perú, situación que asegura conocer muy bien el periodista .

“Es horrible ser un prófugo del mundo. Esas ganas desesperadas de cambiarte de cara y de nombre, de convertirte en otro. Esa angustia de que, por muy lejos que te vayas, la Interpol puede estar tras tus pasos. Esa urgencia de tener que pasar desapercibido en todas partes y esa certeza de que no estarás del todo seguro en ninguna.
Esa imposibilidad de regresar a casa, finalmente, a tu país”, escribe Beto Ortiz en su columna de hoy que publica en Perú21.

“Conozco esa sensación. No podría decir que lo compadezco pero tampoco he descorchado una botella de champán”, añade Beto Ortiz al contar sobre el exilio que le tocó vivir en 2003 a raíz de una denuncia periodistica que hizo contra el entonces presidente y que lo obligó a solicitar asilo político a Estados Unidos para poder protegerse de “las posibles represalias” de su gobierno.

Sin embargo, Beto Ortiz señala que 15 años después, en algo que el periodista califica como “travesuras del destino”, “el reo ausente (y el que está a punto de alegar ‘persecución política’)” es ahora Alejandro Toledo y “uno sigue siendo uno más de los muchos testigos que, uno a uno, los contempla aparecer, encumbrarse y luego, caer” en alusión a su situación actual por el escándalo de Odebrecht.


“Aunque no deja de ser didáctico, quizás el paralelo sea un poquito extremado porque rodar por el mundo con veinte millones de dólares debe ser bastante menos trágico que rodar por el mundo sin un mango, aunque llega un momento –un extraño momento– en que el dinero ya no sirve para nada”, señala Beto Ortiz, quien también comentó las erráticas respuestas que el exmandatario ofreció sobre su caso, lo que dio pie a muchos a sospechar que había contestado en .

Mientras todo esto ocurría, un equipo de fiscales la madrugada del sábado la casa de Alejandro Toledo en La Molina, “la misma casa-museo atiborrada de arpilleras, pututus y mascapaychas en la que ha recibido a la prensa cientos de veces, en campaña” según escribe, en busca de evidencias que confirmaran el pago de los 20 millones de dólares que el expresidente habría recibido por parte de Odebrecht.

“Pero ahora que a Toledo ya le cayó la mancada, toca preguntarse: ¿dónde están sus apóstoles, sus eternos escuderos, sus incondicionales, su prensa ñusta? ¿Eh? ¿Dónde? Porque un Presidente de la República no podría haberse levantado todo ese billete él solito, ¿o sí? Claro que no”, se pregunta Beto Ortiz, que dice que “para levantarse en peso veinte palos verdes hace falta mucha, pero mucha ayuda”.

“¿Y cómo haríamos con los coleguitas que no necesitaron máscara antigás para pasar por caja a cambio de ‘arriesgar sus vidas’ en la heroica cobertura de la Marcha de los 4 Suyos del 2000 en la que se gastó apenas un poquito de todo el billete que el magnate George Soros depositó en la cuenta del sobrinísimo Coqui Toledo? ¿Se acuerdan? Quiénes serán, ¿no?, ¿dónde estarán ahora que ya no se fajan más por la democracia?”, finaliza Beto Ortiz su columna.

En la parte superior te mostramos una pequeña selección de las mejores frases de la columna de Beto Ortiz de hoy en Perú21 titulada . Aquí puedes leerla completa.

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